martes, 27 de enero de 2009

El cine de gangsters

Desde que en 1932 Howard Hawks dirigió la mítica “Scarface” (no fue la primera, pero sí marcó un antes y un después), el cine de gangsters ha sido una constante en Hollywood. Se trata de un subgénero que nunca ha pasado de moda y, por regla general, ha dado buenos dividendos en taquilla. Otros géneros, como el western, sufrieron importantes altibajos a partir de la llegada del llamado cine moderno, pero los tipos duros con sombrero y las mujeres fatales han seguido a lo largo de los últimos 35 años en plena forma.

Fueron los años 30 y 40 los que conformaron la época dorada de este tipo de cine, con películas inolvidables, una infinidad de títulos míticos en la historia del cine.

A la hora de hacer un breve y muy poco exhaustivo repaso por los títulos más emblemáticos de las últimas décadas es inevitable recordar la trilogía de “El Padrino” creada por Francis Ford Coppola y Mario Puzzo, autor de la novela y coescritor del guión junto al cineasta. Inolvidables Marlon Brando, Al Pacino, Robert De Niro, Robert Duvall, James Caan, Diane Keaton… Las dos primeras partes (estrenadas en 1972 y 1974 respectivamente), de una perfección narrativa asombrosa, llevaron a Coppola a la gloria y al reconocimiento mundial de su extraordinario talento. Cuando a finales de los 80 su carrera se precipitaba imparable hacia la nadería, el cineasta italoamericano echó mano de los Corleone para revitalizar su impronta en Hollywood con una tercera parte (estrenada en 1990), si no tan lograda como las primeras, sí excelente, intensa y emocionante. A lo largo de su trayectoria cinematográfica, Coppola ha abordado una vez más el mundo de la mafia y los gangsters. Fue en 1984, con “Cotton Club”, un musical protagonizado por Richard Gere y Diane Lane ambientado en los años 30 y con mucho jazz.

Otro italoamericano, Brian De Palma, se ha acercado en más de una ocasión al cine gagsteril a lo largo de su dilatada carrera. La nueva versión de “Scarface” (“El precio del poder”, 1983), “Los intocables de Elliot Ness” (1987), “La dalia negra” (2006) y, sobre todo, la maravillosa “Atrapado por su pasado” (1993) dan buena cuenta de ello.

Martin Scorsese, otro italoamericano, también se ha dedicado a este subgénero en varias de sus películas: las, a mi juicio, sobrevaloradas “Malas calles” (1973) y “Gangsters de Nueva York” (2002) y las estupendas “Uno de los nuestros” (1990), “Casino” (1995) e “Infiltrados" (2006).

El polaco Roman Polanski, después de triunfar en el cine de terror con “La semilla del diablo” (1968), realizó un brillante homenaje al cine negro con “Chinatown” (1974) en el que intervenía como actor John Huston, uno de los cineastas esenciales en la historia del cine que contribuyó decisivamente al género con títulos míticos como “El halcón maltés” (1941), “Cayo largo” (1948) o “La jungla de asfalto” (1950) y que, casi en el ocaso de su vida, realizó la estupenda “El honor de los Prizzi” (1985).

Otros cineastas se han acercado de forma más esporádica al mundo de la mafia con películas realmente brillante. El italiano Sergio Leone, tras el extraordinario éxito de sus spaghetti westerns, rodó en Estados Unidos la maravillosa “Érase una vez en América” (1984), una obra maestra en la que, en tono melancólico, se habla sobre el paso del tiempo, la traición y las oportunidades perdidas.

El personalísimo David Lynch también ha tocado, si a caso de forma tangencial, el mundo de la mafia en magníficas películas como “Terciopelo azul” (1986) y la muy inquietante “Carretera perdida” (1997).

Los hermanos Coen son otros especialistas en el cine negro, como han demostrado a lo largo de su trayectoria en largometrajes como “Sangre fácil” (1983, sin la presencia de gangsters pero sí matones), la divertida “El gran Lebowski” y la extraordinaria “Muerte entre las flores” (1990).

En este repaso resulta esencial el nombre de Quentin Tarantino, todo un fenómeno mediático en los años 90 gracias a sus tres primeras y sorprendentes películas: “Reservoir dogs” (1992), “Pulp fiction” (1995) y “Jackie Brown” (1997).

No pueden faltar dos películas estupendas llamadas “Donnie Brasco” (1996), dirigida por Mike Newell y “L.A. Confidencial” (1997) de Curtis Hanson, que contienen lo mejor del género negro. Imposible olvidar la hermosa “Camino a la perdición” (2002) de Sam Mendes y “Sospechosos habituales” (1995), que consagró al hoy fagocitado por la industria Bryan Singer, así como “American Gangster” (2007), uno de los títulos más recientes del británico Ridley Scott.

En los últimos años, el canadiense David Cronenberg ha realizado dos excelentes películas de cine negro en su vertiente mafiosa llamadas “Una historia de violencia” (2005) y “Promesas del Este” (2007), ambas protagonizadas por Viggo Mortensen.

A todas ellas, habría que añadir “Los Soprano” (1999-2007), creada por David Chase, una de las mejores series jamás hechas para la televisión, quintaesencia del mundo de la mafia, plagada de humor, tensión y, sobre todo, un enorme talento delante y detrás de la cámara.

Por supuesto, se podrían mencionar muchas más, pero si te interesa este tipo de cine, aquí os he dejado unos cuantos títulos para disfrutar y un vídeo como pequeño recordatorio de algunas de ellas.


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