jueves, 7 de enero de 2010

Roman Polanski, lo mejor y lo peor

Últimamente, Roman Polanski vuelve a aparecer en los medios de comunicación debido a un asunto polémico. Como a mí lo que me interesa de Polanski es su cine, aquí van algunas de sus mejores películas, cuya visión recomiendo:

El baile de los vampiros (1967)

Cuarto largometraje de Polanski, se trata de una extravagante mezcla de humor y terror en la que se parodian las películas de vampiros de la Hammer, muy de moda en aquella época. Estéticamente deslumbrante y con una excelente banda sonora de Christopher Komeda, derrocha un peculiar humor que puede no convencer a todo el mundo y que marcaría un referente para trabajos posteriores de gente como Mel Brooks. Como curiosidad, Polanski interpreta a uno de los protagonistas, así como Sharon Tate, la que sería su segunda esposa.

La semilla del diablo (1969)

La película más mítica de Polanski y un rotundo éxito de taquilla a nivel mundial. Título en castellano horroroso que destripa buena parte del argumento (el título original es "Rosemary's baby"). Marcó el comienzo del cine de terror moderno y puso de moda en el cine a la figura del Maligno, protagonista directo o indirecto de posteriores éxitos de taquilla como “El exorcista” (1973) o “La profecía” (1976). Se trata de una película verdaderamente inquietante y hábilmente ambigua. De nuevo, espectacular banda sonora de Christopher Komeda.

Chinatown (1974)

Homenaje al cine negro clásico que protagoniza un sorprendentemente sobrio Jack Nicholson. Entre sus peculiaridades, destaca su ambientación en la soleada California (lejos de las oscuras calles habituales en el género), lo que no impide una historia de tintes sórdidos magníficamente plasmada. También destaca la presencia del director John Huston en un papel secundario pero determinante y un pequeño cameo del propio Polanski. Inolvidable música jazzística de Jerry Goldsmith.

Lunas de hiel (1992)

Película inquietante como pocas con la que Polanski regresaba a su cine más personal, tras películas más “standard” como “Piratas” o “Frenético”. Historia de amor y celos bañada en un erotismo de sordidez casi enfermiza.

La muerte y la doncella (1994)

Sin tratar de disimular su origen teatral, Polanski plasmó admirablemente esta inquietante historia de venganza en la que la ambigüedad (al igual que en “Rosemary’s baby”) juega un papel determinante y contribuye decisivamente a crear suspense.

Película a evitar en lo posible: “La novena puerta”, un disparate absurdo basado en una novelita del inefable Arturo Pérez Reverte que no hay por dónde cogerlo.

P.D: También está bonita "El Pianista", con la que ganó el Oscar al mejor director.

Iván Zulueta (1943-2009)

Retomo el blog para hacer un pequeño homenaje a Iván Zulueta, cineasta, pintor, diseñador gráfico, cartelista, fotógrafo, músico, actor y no sé cuántas cosas más, fallecido el pasado 30 de diciembre.

Sobre todo, creador de “Arrebato”, una de las películas más extrañas y fascinantes que he visto en mi vida. Su amigo, el también cineasta Jaime Chávarri, decía que para él una obra maestra no era una película perfecta sino la que es capaz de decir cosas más hondas durante más tiempo. Eso encaja perfectamente en lo que es y significa “Arrebato”.

Los que le conocieron le describen como un tipo simpático, vitalista, seductor y entrañable. Recomienzo no sólo ver su película más conocida, sino también bucear por internet en busca de su extraordinaria obra gráfica (carteles de cine, portadas de disco, polaroids...).



La escena de los cromos, quizá el momento clave para entender "Arrebato".



Pequeño reportaje en el que Iván Zulueta habla sobre "Arrebato".


Obligado también el documental "Iván Z." que Andrés Luque hizo en 2004:


miércoles, 8 de julio de 2009

Alex de la Iglesia

Hace a penas unas semanas, Alex de la Iglesia fue elegido Presidente de la Academia de Cine. He leído algunas de las muchas entrevistas que ha concedido últimamente y creo que dice cosas muy sensatas. Me cae bien y creo que puede aportar buenas ideas. Espero que tenga suerte en esta nueva actividad.

Pero lo que más me interesa comentar es su trayectoria como director de cine. Alex de la Iglesia fue uno de los cineastas que aportaron nuevos aires al cine español de los años 90. Su debut en el largometraje coincidió en el tiempo con el de otros directores como Enrique Urbizu, Juanma Bajo Ulloa o Julio Medem, formando un grupo ecléctico de nuevos nombres que aportaron frescura, nuevas ideas y un mayor contacto con el público joven.

Licenciado en Filosofía por la Universidad de Deusto, su filmografía bebe directamente de su admiración por el cine clásico y muestra claras referencias a Luís García Berlanga, el esperpento o “El extraño viaje” de Fernando Fernán Gómez. Los personajes de sus películas suelen ser perdedores a los que el director trata con tanta crueldad como ternura. Otra de sus características más distintivas es el cuidado visual que imprime en todas sus películas.

Antes de su primer largometraje, este director bilbaíno había trabajado como director artístico y dirigido su famoso cortometraje “Mirindas asesinas”, que ya daba cuenta del sentido del humor negro y violento característico de su cine.

Con ese bagaje, Pedro y Agustín Almodóvar produjeron su primer largometraje, “Acción mutante” (1992), comedia de ciencia ficción que llamó poderosamente la atención por su originalidad y descaro. Una historia disparatada y cáustica que se convirtió en un referente para los amantes de la serie B.

A partir de entonces y a lo largo de su trayectoria se ha ido rodeando de un equipo al que se irían sumando nombres habituales en su cine: el guionista Jorge Guerricaechevarría, el fotógrafo Kiko de la Rica, el músico Roque Baños o los intérpretes Alex Angulo, Terele Pávez, Sancho Gracia, María Asquerino, Manuel Tallafe, Leonor Watling, Ramón Barea o Enrique Villén, entre otros.

Tres años después “El día de la bestia” (1995) alcanzó un gran éxito de taquilla y catapultó a Alex de la Iglesia a una gran popularidad. Una historia apocalíptica y repleta de referencias satánicas, acción y humor negro que además de obtener el reconocimiento casi unánime de la crítica, ha permanecido como uno de los títulos más divertidos y atractivos del cine español de los 90.

Gracias a este éxito, se embarcó en su primer largometraje de encargo rodado en inglés, “Perdita Durango” (1997), un proyecto ambicioso y parcialmente fallido protagonizado por Javier Bardem y Rosie Pérez. Dos años después consigue con “Muertos de risa” (1999) el mayor taquillazo de su carrera hasta ahora. Una comedia repleta de humor tan negro como ingenioso con los populares Santiago Segura y Gran Wyoming como protagonistas.

En el año 2000, estrena otro gran éxito de taquilla, “La comunidad”, película protagonizada por Carmen Maura y un lujoso y amplio elenco de secundarios que trata sobre la ambición desmedida y las miserias humanas. Fue muy celebrada por la crítica y probablemente, junto a “El día de la bestia”, sigue siendo su mejor obra.

Tras esta serie de éxitos de taquilla, Alex de la Iglesia se lanza a autoproducir su siguiente largometraje, la despendolada “800 balas”, un homenaje a los “spaghetti westerns” rodados en Almería y un reconocimiento al trabajo de los especialistas en el cine que no consiguió el favor del público y dividió a la crítica.

Dos años después estrena “Crimen ferpecto” (2004), divertida comedia en la que un ambicioso vendedor de unos grandes almacenes se ve chantajeado por la testigo de un involuntario homicidio. Ese mismo año trabaja en el proyecto apadrinado por Narciso Ibáñez Serrador “Películas para no dormir”, contribuyendo con el telefilm “La habitación del niño”, una interesante historia que carece del humor habitual en su cine para adentrarse en el terror psicológico.

Su último largometraje hasta el momento es “Los crímenes de Oxford” (2008), nuevo largometraje rodado en inglés y basado en una obra ajena. Película de suspense y de nuevo carente del sentido del humor habitual en su cine, “Los crímenes de Oxford” narra la historia de un estudiante estadounidense que se enfrenta a una serie de crímenes en la ciudad de Oxford y supuso un nuevo éxito de taquilla en su carrera.

Ese mismo año regresa a la televisión para rodar la serie de humor y ciencia ficción “Plutón BRB Nero”, emitida por La 2 y convertida en poco tiempo en serie de culto.

Durante estos años, además ha rodado varios cortometrajes, habitualmente sencillos proyectos para internet. Su próximo proyecto cinematográfico, será otra ambiciosa producción rodada en inglés llamada “La marca amarilla”.

martes, 7 de julio de 2009

Dos hombres y un destino (1969)

El otro día volví a ver este clásico del oeste de finales de los años 60. Se trata de una película que alcanzó una tremenda popularidad en su época. Su título original es "Butch Cassidy & the Sundance kid".

Basada en una historia real, en el fondo “Dos hombres y un destino” no pretende ajustarse a la realidad de los hechos, sino que se decanta por una historia de aventuras, en la que dos pistoleros se dedican a asaltar los bancos del estado de Wyoming y el correo ferroviario de la Union Pacific hasta que se ven obligados a huir a Bolivia perseguidos por una banda de hombres formada para acabar con ellos.

Lo que en principio podía ser una sencilla comedia de acción repleta de chistes más o menos conseguidos, se convierte en manos del director George Roy Hill en todo un tratado de la amistad, la lealtad y las ansias de libertad. A ello hay que añadir unas excelentes interpretaciones y una puesta en escena brillante, incluyendo la estupenda fotografía.

La película está repleta de escenas memorables, como al paseo en bicicleta al ritmo de “Raindrops keep falling on my head”, el salto a los rápidos o el emocionante final.

Paul Newman, que interpreta al simpático y carismático Butch Cassidy, ya era una gran estrella cuando se estrenó la película, mientras que para Robert Redford, que encarna al introvertido y poco hablador Sundance Kid, supuso el espaldarazo definitivo a su carrera, convirtiéndose en una de las estrellas más importantes de la siguiente década. Con los años, Redford creó una escuela y posteriormente un festival de cine llamados "Sundance" en homenaje al personaje que le dió la fama.

"Western" atípico donde los haya, “Dos hombres y un destino” recibió malas críticas en el momento de su estreno pero el público respondió de forma entusiasta y el tiempo la ha colocado en el lugar que merece, el de los clásicos.

jueves, 18 de junio de 2009

The Beatles - Para terminar

Para finalizar este repaso a los álbumes de los Beatles, unos apuntes:

Para hacerlo, he leído (algunos sólo por encima) tres libros:

- “Los Beatles - Día a día” de Barry Milles. Interesantísimo libro que repasa cronológicamente y de forma exhaustiva la carrera del grupo, desde el nacimiento de cada uno de los miembros del grupo hasta su disolución.

- “Los Beatles - Revolución en la mente” de Ian Mac Donald. Repaso pormenorizado a todas y cada una de las canciones grabadas por los Beatles (temas inéditos incluidos). Su mayor virtud es el profundo análisis de las canciones y sus mayores defectos son los excesivos tecnicismos musicales en los que se adentra en ocasiones y, sobre todo, que parece un libro escrito por la abuelita de Paul McCartney, tales son los elogios al bajista y furibundos el ataque e injusto desprecio que dispensa a John Lennon.

- “La morsa era Ringo – 101 falsos mitos sobre los Beatles” de Alan Clayson y Spencer Leigh. Divertido libro que repasa 101 falsas creencias populares sobre la banda. Lo mejor es el tono distendido y el buen montón de anécdotas y curiosidades que incluye. Lo peor, el título. Como decía Javier Ortiz “…un mito es una historia ficticia y, si una historia resulta que es falsa en tanto que ficticia, se deduce que es cierta.”

Leer este último libro cuando ya estaba terminando este repaso me ha confirmado lo que sospechaba: que he metido la pata en un buen montón de datos y hechos que, en realidad, son eso: mitos.

Por otra parte, la carrera en solitario de cada uno de los cuatro miembros de los Beatles es bien conocida:

John Lennon publicó su primer álbum en estudio en diciembre de 1970, haciéndolo coincidir con una famosa entrevista concedida a Playboy en la que se mostraba más Lennon que nunca: ególatra, cáustico, visceral, sincero y dispuesto a acabar con el mito de los Beatles, retratando una carrera llena de drogas, orgías y excesos que la prensa ocultaba a cambio de formar parte de todo aquello…

Entre finales de los 60 y la primera mitad de los 70, Lennon y Yoko ejercieron una intensa actividad pública de carácter pacifista y contra el gobierno de Nixon (a pesar de las dificultades que encontraron por parte de las autoridades, se instalaron en Nueva York). Esta actividad, les llevó desde el pacifismo hippie hasta la militancia en la izquierda radical, el feminismo y de defensa de las minorías étnicas, razón por la cual y como se ha demostrado posteriormente, fueron investigados y perseguidos por el gobierno estadounidense y la CIA.

Entre 1970 y 1975 publicó varios álbumes de gran éxito, uno de ellos firmado a medias con Yoko Ono, de la que se separó de mutuo acuerdo durante un año y medio caótico para su vida personal. Pasado este periodo, conocido como “el fin de semana perdido”, Lennon y Ono reanudaron su relación y tuvieron un largamente deseado niño que nació el día en que John cumplía 35 años. Al mismo tiempo, Lennon abandonó su vida pública y su carrera musical para convertirse en amo de casa, mientras Yoko se encargaba de llevar los negocios, actividad para la que, al parecer, siempre ha estado especialmente dotada.

Pasados cinco años, Lennon y Ono regresaron con un nuevo álbum conjunto publicado en 1980 que parecía el comienzo de una nueva etapa en su carrera musical. Sin embargo, todo quedó truncado cuando Lennon fue asesinado a tiros a manos de un indeseable el 8 de diciembre de ese año. La conmoción que provocó su muerte alcanzó nivel planetario. Desde entonces, el nombre de Lennon se ha convertido en sinónimo de rebeldía y pacifismo, especialmente reflejado en su canción más famosa, la hermosamente utópica “Imagine”.
Contra todo lo que se ha dicho y a pesar de las tensiones que existieron, Lennon y McCartney continuaron siendo amigos y, especialmente a partir de 1974, Paul visitó a John y Yoko con cierta frecuencia. Aún hubo algunas tensiones, pero su relación siguió siendo correcta.

Por su parte, Paul McCartney creó una nueva banda, Wings, de la que formaba parte su esposa Linda McCartney. El éxito le acompañó hasta su disolución a comienzos de los ochenta. Paul siguió en solitario y aunque poco a poco, especialmente en los 90, su éxito y reconocimiento se vieron mermados, en los últimos años ha recuperado el pulso con dos excelentes discos: “Chaos and Creation in the Backyard” (2005) y “Memory Almost Full”.

Su eterno interés por la experimentación y la música clásica le ha llevado a componer álbumes de música electrónica y a publicar hasta la fecha cuatro obras clásicas.

Su extraña reacción ante el asesinato de Lennon, probablemente provocada por el shock inicial (apareció ante las cámaras mascando chicle y diciendo: “Qué rollo, ¿no?”), le granjeó no pocas críticas. Sin embargo, siempre ha dado muestras claras de admiración y respeto hacia Lennon. El propio John, llegó a decir una vez: “En mi vida sólo he tenido dos verdaderos amigos: Yoko y Paul”.

Durante un tiempo, tras el asesinato de John , no actuó en directo por miedo a ser el siguiente. En los últimos años, y tras la muerte de su esposa Linda McCartney en 1998, ha sido carne de la prensa del corazón por el matrimonio express (no llegó a cuatro años) que protagonizó con Heather Mills, una señora muy lista que se quedó con 48 millones de dólares de la enorme fortuna del bajista de los Beatles.
George Harrison demostró hasta qué punto había estado infravalorado en el seno de los Beatles cuando pocos meses después de su disolución pública, editó un triple álbum llamado “All Things Must Pass” con el que, en lo que ha ventas se refiere, se merendó a sus compañeros Paul y John. Este gran éxito se vio oscurecido por la acusación de plagio que recibió por el mayor éxito de su carrera “My Sweet Lord”, canción con la que expresaba sus profundas creencias religiosas.

A pesar de todo, mantuvo el éxito masivo al organizar un exitoso concierto benéfico que se vio reflejado en el álbum en directo “The Concert for Bangla Desh” (1971) que compartió con famosos músicos (entre ellos, Ringo Starr). Aunque su éxito fue disminuyendo lentamente, se mantuvo más o menos en el candelero hasta comienzos de los noventa. Tras un periodo de silencio luchando contra un cáncer que reapareció con fuerza y sin posible cura, falleció el 21 de noviembre de 2001 a los 58 años. En los últimos tiempos había trabajado en un nuevo álbum que se publicó en 2002.

Por su parte, Ringo Starr consiguió importantes éxitos durante la década de los setenta, especialmente gracias a su álbum “Ringo” de 1973 en el que, por separado, participaban sus tres compañeros de los Beatles. Paralelamente, combinó su carrera musical con el cine. Problemas serios con el alcohol hicieron tambalear su carrera y su vida personal pero una vez recuperado a finales de 1989 ha seguido publicando álbumes, menos exitosos que sus primeros trabajos en solitario.

Últimamente, Paul y Ringo, únicos supervivientes de los Beatles, se han reencontrado en el escenario y en algunos eventos públicos.

FRASES DE LOS BEATLES:

John Lennon:

"No puedo creer que me condecoren. Yo creía que era necesario conducir tanques y ganar guerras".

"Si tomáramos el poder , tendríamos la tarea de limpiarlo de burguesía y de mantener a la gente en un estado mental revolucionario".

"No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres".

"Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora".

"Como ya es usual, siempre hay una gran mujer detrás de cada idiota".

"Defiendo la revolución en nuestras cabezas".

"La religión es sólo una manera de sacarles el diezmo a los ignorantes, sólo existe un Dios, y ése no se enriquece como los curas charlatanes".

"Si los Beatles o los 60 tuvieron un mensaje, fue: aprende a nadar, y una vez que hayas aprendido, nada".

"Si todo el mundo demandase paz en lugar de otro programa de televisión, entonces habría paz".

"Las canciones que me gustan son las que se tienen solas por sus letras, sin necesidad de la melodía. No necesitan melodía, son poesías".

"Nuestro mejor trabajo nunca fue grabado. Estábamos hechos para el escenario, y lo que lográbamos en los bares de Liverpool y Hamburgo era fantástico. Tocábamos rock directo y nadie podía superarnos en Inglaterra".

"Si tuviera que renombrar al rock and roll le pondría Chuck Berry".

"¿Políticos? No tienen mensaje para mí... Tengo 23 años y nunca me he molestado en votar."

Paul McCartney:

"Estoy vivo y bien y sin preocuparme por los rumores de mi muerte. Pero si estuviera muerto, sería el último en saberlo".

"En esta vida el que no se rinde es un verdadero valiente".

"Ringo nos dejó cuando estábamos haciendo el Álbum Blanco, porque decía que ya no creía que fuese tan divertido tocar con nosotros nunca más".

"Se me hacía muy difícil escribir cuando Yoko estaba allí, hubiera podido decir: I Love You Baby, pero cuando Yoko me observaba yo siempre pensaba que debía encontrar algo inteligente y de vanguardia".

"Los problemas eran los mismos, queríamos paz en la tierra, amor y tolerancia entre las personas de todo el mundo. Hemos aprendido que el cambio es lento".

"Éramos unos críos que habían ido de Liverpool a Hamburgo y estábamos acostumbrados a las chicas de Liverpool. Pero en Hamburgo si tenías novia era posible que hiciese strip tease. Era la única gente que conocíamos a esas horas de la madrugada. Antes no habíamos tenido mucha experiencia sexual y, de repente, nos relacionábamos con artistas del strip tease que sabían un par de cosas sobre el sexo".

"Yo intentaba que el grupo fuera musicalmente perfecto, pero eso produjo un par de encontronazos. Pude haber tenido más tacto, pero, ¿quién lo tiene a esa edad?".

"John llegó a enfadarse y a decir: "Paul está intentando hacerse el líder del grupo." Es posible que yo estuviese allí mas que los otros. Cuando hicimos Magical Mystery Tour yo acabé por dirigirla, aunque en los créditos la dirección se atribuyó a los Beatles. Pero yo era el que estaba allí, hablando con las cámaras sobre las tomas del día siguiente".

George Harrison:

"Para reunir a los Beatles hacen falta solo 3 balas".

"Después de tocar tantos años con varios buenos músicos, no creo que los Beatles hayan sido tan buenos. Ringo es un baterista de Rock & Roll, nada más. Paul es un gran bajista, pero muchas veces ensordecedor. Sin embargo, tocaría en cualquier banda con John Lennon".

"Claro que prefiero ser un ex-Beatle que ser un ex-nazi, pero preferiria ser un ex-nada".

"Ha pasado mucho tiempo desde que fuimos famosos".

"Los Beatles consiguieron toda la riqueza material que necesitaban y eso nos bastó para darnos cuenta de lo que buscabamos no era algo material. Todos estamos en un mundo físico y sin embargo luchamos por algo que no es físico: los coches, las televisiones y las casas no son una respuesta. Esas cosas, como los Beatles, duran un momento y luego se desvanecen. Lo único a lo que realmente me he dedicado toda mi vida es a seguir siendo yo mismo. Eso ha hecho que todo funcionara. Mi vida está bien con o sin los Beatles".

"Hasta donde yo sé, los Beatles no se van a juntar mientras John Lennon permanezca muerto".

"Si U2 piensa que son una banda grande y popular, entonces deberían sentarse a ver a los Beatles y pueden ver lo grande que puede ser una banda de verdad".

"Los Beatles salvaron al mundo del aburrimiento."

Periodista: "¿Qué es lo que hacen mientras están encerrados en las habitaciones de un hotel entre los shows?"
George: "Patinamos sobre hielo."

Periodista: "¿Como le llaman a sus cortes de pelo?"
George: "Yo lo llamo Arthur."
Ringo Starr:

"Las mujeres han ejercido una influencia nefasta en el grupo".

"John era un genio, desde el punto de vista mundial. Un profesional tiene que separar el trabajo del amor. En su último Long Play está muy claro lo que te digo".

"La personalidad de John fué la que nos dió el éxito".

"Odio los solos de batería".

"Paul se comportó como un niño malcriado".

"No voy a decir nada porque nadie me cree cuando lo hago".

“Siempre quise escribir una canción como los otros, y lo intentaba, pero en vano. No me costaba encontrar la letra, pero cada vez que se me ocurría una melodía y se la cantaba a los otros, me decían: “Eso se parece a tal cosa”, y me daba cuenta de que llevaban razón. Pero hay una en la que me apunté un pequeño tanto como compositor: se titulaba “What goes on”.

“No me gustan las chicas intelectuales porque nunca entiendo de qué me están hablando”.

"Somos discretos, genuinos y británicos hasta la médula".

Periodista: ¿Por qué crees que recibes más correo que el resto de los Beatles?
Ringo: "No lo sé. Supongo que es porque más gente me escribe."

Periodista: ¿Qué pensaste cuando el piloto habló por el intercomunicador, antes de aterrizar en Kennedy (posibles problemas del motor)?
Ringo: "Los Beatles, mujeres y niños primero!"

Periodista: "Te gustan los trajes de baño sin parte de arriba (topless)?"
Ringo: "Los he usado durante años."

martes, 16 de junio de 2009

The Beatles - Let it be (1970)

Tras las tensas sesiones de grabación del álbum “The Beatles” de 1968, Paul McCartney concluyó que la mejor forma de que la banda volviera a sentirse a gusto era volviendo al escenario. Para ello, propuso un nuevo proyecto llamado “Get Back”. La cosa consistía en componer nuevos temas, ensayarlos e interpretarlos en un concierto especial. Todo ello sería grabado en cine para un posterior documental.

El proyecto no entusiasmó a Lennon, Harrison y Starr pero aceptaron. Para los ensayos, se alquilaron los estudios cinematográficos Twickenham, que resultaron ser nefastos para el trabajo. Los ensayos y el rodaje ocuparon casi todo el mes de enero de 1969. Fueron unas semanas llenas de tensión, discusiones y enfrentamientos. John Lennon: “Era realmente una sensación horrible estar en los estudios Twickenham a las ocho de la mañana, con un tío metiéndote una cámara en las narices y esperando que hicieras buena música y con lucecitas de colores parpadeándote en la cara sin parar.”

Al ver la película, se aprecia una sensación de apatía generalizada. Lennon estaba todo el día pegado a Yoko y ambos pasaban de todo. Su adicción a la heroína los mantenía aletargados. John sólo despertaba cuando improvisaban temas de rock and roll. Paul trataba de controlarlo todo, dirigir al grupo como si fuese “su” banda. Lennon llegó a declarar que “Let it be” (que así terminó llamándose el disco y el documental) fue una película dirigida por Paul a mayor gloria de Paul. Tal vez esa fuera su intención pero el claro protagonismo de McCartney que se percibe al ver la película no le beneficia demasiado.

George Harrison venía de Estados Unidos, donde había tocado con diferentes músicos en una experiencia que le resultó muy gratificante. Volver con los Beatles en medio de ese tenso ambiente no fue lo más agradable para él: "Cuando volví de Estados Unidos... me sentía muy feliz, pero rápidamente me di cuenta de que tenía que vérmelas con el Paul de siempre... Ante las cámaras, durante el mismo rodaje, Paul empezó a criticar mi forma de tocar".

En efecto, en la película se puede ver una discusión entre Paul y George que ambos tratan de disimular hablando bajo. George terminó estallando (fuera de las cámaras) y se fue a casa abandonando el proyecto y, de facto, también a los Beatles. Afortunadamente, volvió tres días después y consiguió apaciguar los ánimos al incorporar a los ensayos a su amigo Billy Preston, que tocó el piano en varios temas. También contribuyó al mejor ambiente que se decidiera abandonar los estudios Twickenham y trasladarse a los estudios de Apple.

Para el concierto se barajaron varios lugares, desde un barco en alta mar, hasta un hospital psiquiátrico, pasando por el desierto en Túnez. Finalmente, Paul propuso actuar en el tejado del edificio de Apple, sin permiso de las autoridades. La propuesta, por trasgresora, era de lo más tentadora y allí se realizó. El 30 de enero de 1969, a la hora de la comida, los Beatles realizaron su último concierto, que pone fin a la película “Let it be”. Al día siguiente, se grabaron en estudio algunos temas que se consideraron poco adecuados para tocar en directo.

La idea original era crear un álbum directo, sin trucos de estudio, regresando a las grabaciones del principio de la carrera del grupo.

Tras un mes de trabajo, los Beatles estaban lo suficientemente hartos del proyecto como para no querer mezclar las grabaciones, que se extendieron a 30 horas de música y bastantes más de película. EL trabajo fue encomendado a Glyn Johns. En mayo, una primera mezcla de “Let it be” estuvo lista, sin embargo, decidieron esperar a que la película estuviera montada y terminada y se aparcó temporalmente el proyecto para grabar “Abbey Road”, que terminaría publicándose antes que “Let it be”.

Ya en enero de 1970, Glyn Johns produce una nueva mezcla de las grabaciones (George Martin, cansado de las tensiones entre los miembros del grupo, rechazó el trabajo). Los Beatles no quedaron satisfechos con las mezclas de Glyn Johns y las rechazaron. Años después, contradictoriamente Paul llegó a declarar que a él le parecían fantásticas. Para entonces, John Lennon ya había trabajado con el famoso y excéntrico productor Phil Spector en el single “Cold turkey”. Contento con el resultado y de acuerdo con George Harrison, entregó al productor las cintas para que las produjese.

Spector hizo uno de los trabajos más controvertidos de la historia del rock, ya que, en contra de la idea original del proyecto basada en la sencillez, añadió masas orquestales y coros a varios temas, lo que molestó a Paul McCartney, especialmente en lo referente a su composición “The long and winding road”. Sin embargo, Lennon y Harrison quedaron lo suficientemente satisfechos como para volver a trabajar con Phil Spector en sus respectivas carreras en solitario.

Las tensiones en el grupo aumentaron aún más cuando, por esas fechas, Paul tuvo acabado su primer álbum en solitario. Él quería publicarlo antes que “Let it be” pero el resto de la banda le pedió que esperara un tiempo para que ambos discos no tuvieran que competir. McCartney se negó en rotundo. Ya que Ringo Starr era el único miembro del grupo que mantenía aún una relación más o menos normal con McCartney, fue el encargado de negociar el asunto con el bajista. Ringo Starr: "Para mi gran consternación, perdió totalmente los estribos, me gritó y me amenazó con las manos mientras decía: 'Voy a acabar con todos vosotros' y: 'Lo vais a pagar'. Me dijo que me pusiera el abrigo y me marchara".

Para colmo, y a pesar de que meses atrás le había pedido a Lennon que no hiciera público el fin de los Beatles, Paul dio una rueda de prensa para anunciar su salida del grupo haciéndola coincidir con la publicación de “McCartney”, su primer álbum en solitario (al margen de la banda sonora de la película “The family way” publicada en 1967). De esta forma, mucha gente piensa que los Beatles se disolvieron en abril de 1970 cuando McCartney abandonó el grupo pero, en realidad, Lennon había dejado la banda y, por lo tanto, finalizado el grupo en octubre de 1969. John se quejó por el oportunismo de su compañero al hacer coincidir el anuncio con la publicación de su álbum.

Mucho se ha hablado desde entonces sobre el controvertido trabajo de Phil Spector en “Let it be”. Hay quien considera que su trabajo fue excesivo y traicionó la propuesta original de hacer un disco sencillo, pero otros consideran que aprovechó al máximo unas grabaciones en malas condiciones y que, incluso, consiguió “difuminar” algunas interpretaciones mediocres, como la de Lennon al bajo en “The long and winding road”.

Como película, “Let it be” es junto a “Yellow submarine”, la mejor experiencia cinematográfica de los Beatles. Como disco, es un estupendo trabajo. Entre lo mejor aportado por John está “Dig a Pony" y la hermosa “Across the Universe” (tema grabado originalmente en 1968 y cuyo resultado gracias al trabajo de Spector resultó especialmente gratificante para John).

Paul, principal compositor del álbum, aportó las magníficas “Two of Us”, “The Long and Winding Road” (lo siento, la orquesta y coros de Spector me parecen estupendos), “Let it Be” (canción tan hermosa musicalmente como relamida y beata es su letra, que se editó en formato single un mes antes de la edición del álbum) o “Get back”, que ya había sido editada como single un año antes junto a “Don’t let me down” de Lennon, ambas grabadas en el concierto del tejado. Harrison aportó dos temas, siendo “I Me Mine” especialmente interesante.

Con “Let it be” se puso punto final a la carrera de los Beatles aunque, como ya hemos comentado, hacía tiempo que cada uno de los miembros de la banda trabajaban ya en sus proyectos en solitario. Aún hubo que liquidar muchas cuestiones legales por lo que, en realidad, la disolución definitiva como sociedad se produjo un año después.

Datos:

“Let it be” se editó el 8 de mayo de 1970 junto a un libro de 164 páginas. A pesar del alto precio, llegó al nº 1 en las listas británicas donde se mantuvo durante 3 semanas y batió récords de pedidos previos en las tiendas estadounidenses.

Anécdotas:

- Unas semanas antes de la publicación de "Let it be" se puso a la venta "Hey Jude", un álbum recopilatorio que recogía temas editados en formato single.

- La idea de actuar sobre un tejado siempre ha sido considerada como algo ingenioso y original. Sin embargo, lo cierto es que unos meses antes Jefferson Airplane ya lo hicieron en Nueva York.

- En el año 2003, Paul McCartney editó una nueva versión de “Let it be” con el añadido de “…Nacked” con nuevas mezclas en las que se eliminaba el trabajo de Phil Spector, resultado un disco más directo y menos ampuloso, de acuerdo con su intención original. Los temas incluidos no eran exactamente los mismos que en el álbum de 1970 y el orden estaba cambiado. McCarteny tuvo el mal gesto de “limpiar” de orquestaciones el tema de John Lennon “Across the universe” con el que había quedado especialmente contento. Todo el proyecto de esta nueva versión se había iniciado en el año 2000 con la aprobación de George Harrison, que falleció un año después.

- Originalmente, la portada del disco iba a ser una fotografía tomada en el mismo lugar y desde el mismo ángulo que la primera portada del primer álbum de los Beatles. Finalmente, esa fotografía fue utilizada como portada de una recopilación de 1973.

- En la película documental “Let it be”, se puede ver en un momento a Ringo Starr mostrando a George Harrison su nueva composición “Octopus’ garden”, que iría a parar al álbum “Abbey Road”.