jueves, 18 de diciembre de 2008

Alas de mariposa y La madre muerta en DVD

Recuerdo que fue en enero de 1992. Hacía unos meses, una película había tenido bastante presencia en prensa porque había ganado la Concha de Oro en el Festival Internacional de San Sebastián. Sobre todo, lo que llamaba la atención era que su director tenía 24 años. Las imágenes que había visto en la tele me interesaron mucho. Parecía una película intimista, como contada en voz baja. En ella aparecía una niña que pintaba mariposas. Yo me pasé toda mi infancia dibujando sin parar, de todo.

Así fue que cuando vi que en el cine de mi pueblo, que ya no existe (el cine, el pueblo de momento sigue en pie) iban a poner aquella película tan curiosa me fui a verla. Salí impactado y no sabía muy bien por qué. Recuerdo que la música me encantó y la historia (y la forma en que estaba contada) se me quedaron en la cabeza dando vueltas durante varios días.

Aquella película se llamaba "Alas de mariposa" y su director Juanma Bajo Ulloa, un tipo de Vitoria con aspecto excesivamente serio para su edad y un pico de oro que contrastaba con la enorme sensibilidad que había demostrado en su película. Después me enteré que la crítica profesional decía que la película estaba bien, incluso bastante bien, pero que tampoco era como para echar cohetes. Yo hubiera echado una traca entera y me gustó ver que en los Premios Goya de aquel año 1992 se llevó 3 cabezones.

Aproximadamente dos años después, se estrenó la segunda película de Bajo Ulloa. Se llamaba "La madre muerta" y era tan impactante y dura como la primera. Eso sí, más extrema, retorcida y aparentemente más negra. La vi tres veces en el cine. Para entonces, Bajo Ulloa ya tenía la etiqueta de director polémico, independiente y arrogante. Además lanzaba airadas puñaladas hacia los entresijos del mundo del cine y de la crítica profesional.

Yo pensaba entonces: "Espero que el tiempo ponga a estas películas en su lugar". En cierta medida así ha sido. Juanma Bajo Ulloa ha hecho todo lo posible por mantenerse a flote, firme en su independencia, hipotecando su casa para autoproducir sus largometrajes, por lo que hoy en día es un cineasta condenado por la industria al ostracismo más absurdo. El vitoriano, rendido antes las dificultades que tuvo para rodar y estrenar su última película de ficción ("Frágil"), trata ahora de subir al tren del cine comercial para poder seguir rodando (como hizo hace diez años con "Airbag"), mientras sus dos primeros largometrajes se han convertido en películas de culto, admiradas por un sector del público que las considera precursoras de una nueva corriente que renovó el cine español de los años noventa del pasado siglo y que, prometiendo mucho, se quedó en una especie de espejismo tras el cual sólo han seguido brillando unos pocos.

Coincidiendo con el paseo por diferentes festivales internacionales que Bajo Ulloa está realizando con su nuevo largometraje, el documental "Historia de un grupo de rock" (cómo no, aún sin fecha de estreno en salas comerciales), "Alas de mariposa" y "La madre muerta" van a salir a la venta por primera vez en DVD la semana que viene en dos ediciones de lujo, como se merecen. Cada una de ellas lleva tres discos, uno de ellos con las bandas sonoras del compositor Bingen Mendizabal, sin cuya aportación las películas de Bajo Ulloa no serían lo que son. Los otros contienen, además de las películas remasterizadas, un buen número de extras.

Vistas con el paso de los años, me siguen pareciendo dos películas maravillosas. Duras, inquietantes y arriesgadas, probablemente no recomendadas para todo el mundo pero también emocionantes, diferentes, intensas y devastadoras. Yo me las compro.

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